... O ladrones de energía, chupópter@s, tóxic@s o 'gente oscura', como dice una buena amiga mía. El caso es que son personas capaces de robarte totalmente tu buen chi.
Estoy convencida que conoces alguna persona que cumple este perfil. Nos podemos encontrar con ese/a compañero/a de trabajo que no para de hablar de sus problemas, del jefe que grita, de un familiar que te culpabiliza por cualquier tema, de una 'amiga' que tiene fijación contigo...
No hace falta que te explique nada más, ¿verdad?. No resulta por tanto extraño que se publiquen numerosos artículos sobre personas tóxicas: qué hacer, cómo hacerles frente, cómo gestionarlo.
Lo cierto es que muchas veces, lamentablemente o no -según se mire-, tienes que sufrirlo mucho, para luego resurgir, pero siempre con cicatrices.
Este tipo de personas consiguen que pierdas tu norte, te roban no sólo la energía sino que se hacen dueños de tu vitalidad. Si ven un hueco donde poder colarse, lo harán. Se hacen fuertes gracias a tu miedo, tu inseguridad o tu inocencia...
Yo he pasado por ahí, he sido una víctima más, y lo he pasado muy muy mal. Nadie nos enseña a gestionar cómo podemos evitar caer en la tristeza o caer en el enredo de la persona tóxica.
En el post de hoy quiero enseñarte y mostrarte, además de otras sugerencias y consejos que giran en torno al Feng Shui, qué hice yo cuando me ocurrió esta situación: que me ayudó y cómo, hoy por hoy, lo gestiono.
Y por otro lado, te ayudaré también a cómo gestionar momentos de angustia o de estrés a través de las gemas...
¿Te apetece?