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Un patio con encanto

13.3.14
¡Vamos con otra party! ... me estoy aficionando tanto que no sé qué haría si mis queridas blogueras decó no las inventaran... A este sarao precisamente he estado a punto de no participar, mucho trabajo y un necesario 'desconecting' me son imprescindibles, pero me dije: "venga mujer, si encima es un tema que te encantaaa!!". Así que aquí me tienes... poniendo mi granito de arena a la fiesta #diariodeco3, 'Rincones con encanto'. 



Yo desde luego no me puedo desligar de mi tema y es que me llevo el FS a cualquier parte... je je. Estoy enamorada de muchos rincones que me puede aportar un hogar, una tienda, una cafetería, restaurantes... pero me pueden los recibidores, los estudios... y... ¡¡los patios!!. Adoro los patios... y con el buen tiempo, a quién no le gustaría sentarse en su patio particular... 

¿Qué debe tener un patio para que sea Feng?

1. Luz. Sin duda... un patio sin luz no es patio. Si gozas de un rinconcito puedes añadirle luces de todo tipo: guirnaldas, velas, candelabros decorativos... Aquí más es más... 

2. Color blanco. Una tonalidad imprescindible. Aporta luminosidad y pureza. 

3. Plantas, flores... Yo tengo clarísimo que añadiría un vergel... jajaja, ahora que veo que se me dan tan bien las plantas (y no se me muere ninguna) aprovecharía a darle ese toque de color con ellas. 



4. Tu espacio... en él no pueden faltar las mesas y las sillas... si no, ¿dónde te vas a tomar el té o el cafecito?. Puedes incluir puff, taburetes... lo que se te ocurra. 

5. Color. Si es que aquí vale todo... mucho color, en las flores, en los cojines, las telas... 

6. Gemas. Es un buen lugar para colocarlas. Siempre opto por los cuarzos, la amatista, el cuarzo blanco, el cuarzo rosa... 

7. Un rincón feng. Valoro mucho estos rincones porque son como 'el medio paraíso' de tu hogar. Donde se respira buen rollo, donde se encuentran todos los elementos del FS... donde además percibes y sientes que se está a gusto... El blanco, las flores, el color, la luz... Recomiendo que en este lugar pongamos cualquier objeto que nos haga sentir bien, regalos, recuerdos, antigüedades...

Mi casa de alquiler tiene un pequeño espacio en la cocina... un mini-patio... ojalá fuese más grande... pero como me conformo, de momento, con lo que tengo... he trabajado con él, y aún me queda. Primero con las plantas, que ya me gustaría poner más pero al ser un espacio muy reducido no he querido sobrecargarlo. Parece que las orquídeas están encantadas... no paran de salir nuevos tallos y flores... ¡más ilusionada no puedo estar!. En un rinconcito tengo un recuerdo familiar, la damajuana de mi abuela, adornada con dos hortensias, las flores preferidas de mi madre. Una fotografía de mi suegro de un pescador en la Albufera de Valencia. Y por supuesto, no falta luz, mis guirnaldas de Lámparas de Luce Lucero... ni velas, otra de mis predilecciones...




 


El patio recae en mi casa en la zona de Creatividad e Hijos por lo que se requieren tonos blancos y azules... quizás me he pasado con la madera... pero visto los resultados que se están dando en mi vida tan buenos, ¡las plantas se quedan donde están!. 

Ahora entiendo porqué paso tanto tiempo en la cocina... :P

"estoy participando en la fiesta #diariodeco3"

Mi propuesta para la próxima party: Estudios y zonas de trabajo 



Los martes son para las reflexiones...

11.3.14
Hace unas semanas, en una de esas quedadas de amigas que tanto hacen falta, hablábamos sobre cómo nos apegábamos a las cosas, y no me refiero sólo a lo material, sino  también nuestro apego a las relaciones, ya sean profesionales, de amistad, familiar o sentimental. Entre el café y las risas nos pusimos hasta serias cuando comentábamos lo importante que es practicar el desapego. 

El apego es un estado emocional -casi compulsivo- que tenemos hacia una persona o cosa determinada con la firme creencia de que sin ella no podríamos ser felices. Y digo ser felices, no 'vivir'. 

Sobre todo hablábamos sobre ese apego que tenemos hacia ciertas personas que, por una cosa u otra, no conseguimos 'llegar a ellas', aferrándonos a mejorar unas relaciones donde no existe el mismo feedback de una parte y de otra. Da igual la persona, tu padre, tu hermana, tu jefe, tu vecino... 

No conseguir tener una 'mejor relación' con esa persona, o una relación mucho más sana y cordial... es  desde donde parten todas nuestras angustias. 

Después de esa quedada recurrí a un texto de Anthony de Mello que nos comentó una amiga, 'El arte del desapego'. En este texto comenta que nada ni nadie nos pertenece, que no estamos aquí para poseer cosas o personas y que debemos soltarlas. "Si no renunciamos a lo viejo, ¿cómo puede haber espacio para lo nuevo?"

Algo así como, intentar renunciar a personas o cosas que no nos satisfacen, o no nos hacen el mundo tan bonito como quisiéramos, para que lleguen cosas y personas realmente estupendas a nuestra vida. Hay que darles lugar. Igual que el FS, deshacerte de lo viejo para que entre lo nuevo ;) 

"¿A qué estás apegado?, ¿qué temes perder?, ¿personas que ya no amas o no te aman, vínculos que te lastiman que aún prefieres conservar?. ¿Profesiones que ya no te desafían a poner en ellas todo tu potencial?". Yo cuando leí estas preguntas me quedé un tanto pensativa la verdad... Quizás te preguntes que menudo sicoanálisis... pero a veces las preguntas más sencillas son las que tienen mayor significado. 

Me apetece compartir contigo las tres verdades que, según De Mello, debes considerar con respecto al desapego. 

Primera Verdad. Estás aferrad@ a una falsa creencia, a saber, que sin una cosa o persona determinada no puedes ser feliz. Examina tus apegos. 

Segunda Verdad. Si te limitas a disfrutar las cosas, negándote a quedar apegado a ellas, negarte a creer que no podrás ser feliz sin ellas, te ahorrarás la tensión emocional que supone protegerlas y conservarlas.

Tercera Verdad.  Si aprendes a disfrutar del aroma de un millar de flores, no te aferrarás a ninguna de ellas ni sufrirás cuando no puedas conseguirla. Si tienes mil platos favoritos, la pérdida de uno de ellos te pasará inadvertida, y tu felicidad no sufrirá menoscabo. Si el rico no puede acceder al reino del gozo y de la alegría, no es porque quiera ser malo, sino porque decide ser ciego.

¿Qué opinas?

... Feliz martes... 



Ilumíname bonito...

10.3.14
La luz en tu hogar es muy importante. Una casa luminosa es una casa viva. No todas las casas tienen la suerte de que la luz natural inunden por completo todos sus rincones, pero debes saber que la luz es energía, independientemente de si es luz natural o artificial. 

Para eso, la luz artificial nos puede ayudar a dar puntos de luz allí donde no se encuentre, ya sea con una lámpara o con velas. No obstante, también es importante saber que no por más cantidad de luz, una casa tiene mejor y mayor energía... Mantener el equilibrio es importante, por eso siempre recomiendo que las ventanas de las casas deben estar vestidas: cortinas, estores... y suelo fijarme mucho cuánta luz entra en determinadas estancias, como por ejemplo, en las zonas de trabajo y estudio. No debe ser demasiado intensa porque un exceso de luz también estanca el chi, no generaría el equilibrio adecuado. 



En el hogar se deben combinar distintos tipos de luz: directas, indirectas, suaves y fuertes. 

Los dormitorios y salones requieren una luz determinada. Luminosa en el salón y relajada y tenue en los dormitorios. En los dormitorios siempre recomiendo puntos de luz que puedan regularse, o en todo caso, utilizar la luz de la mesilla para los momentos en los que queremos relajarnos leyendo un libro, o simplemente descansar. 

En los salones también debemos tener diferentes puntos de luz. Intensas en momentos de reuniones y más suaves siempre que se requieran. 

Una de las iluminaciones que no aconseja el FS es la fluorescente. Debilitan el chi y las personas que trabajan en ese ambiente. Por tanto, recomiendo cambiarlas por luces halógenas o incandescentes, porque emanan luz uniforme. 

Las lámparas de pie son ideales en ambientes con techos bajos y hacen que el chi ascienda hacia lo alto. Las lámparas que apuntan hacia abajo son estupendas para comedores, y para rincones de lectura.  

Como ves... puedes iluminar tu vida, allí donde hay oscuridad. En cualquier rincón.... así que ya sabes, ilumínate bonito... siempre... 

¡Que tengas mucha luz durante toda la semana!