La Butaca: Dime cómo haces la cama y te diré lo que te falta
10.10.18
Últimamente -creo además haberlo comentado por redes- recibo emails de personas que se sienten frustradas y agotadas por querer mantener su vida como si fuera un panel de Pinterest o Instagram.
Pensarás que es 'algo exagerado' pero estos emails están siendo muy habituales en mi bandeja de entrada. Y claro... pienso que algo está pasando, que quizás estemos perdiendo la perspectiva de todo, que hay un exceso de información, exceso de imágenes que bombardean nuestra rutina con mensajes: "esto es lo mejor para ti", "tu dormitorio soñado" o "el bolso que debes tener sí o sí en tu armario este otoño".
¡Caray! ¿Te has parado a pensar que miremos donde miremos siempre hay alguien que subjetivamente te dice "con 'eso' no eres feliz, cámbialo". A todo se le pone etiqueta... no me extraña el sentimiento de frustración.
Que conste en acta que soy la primera que le atraen las imágenes bellas consciente que me pueden inspirar y alegrar la vista. Pero llega un momento que satura. Esto es así. Me gustan las cosas bonitas, pero quiero algo de vida, y en la vida hay caos, y el caos... por qué no... también puede ser maravilloso.
La historia de Laura puede que a ti también te ayude... Si estás harto/a de sentir que estás fuera de este mundo porque no sabes qué etiqueta ponerle a tu salón: boho, ecléctico, industrial... y por mucho que busques y mires para darle un cambio, sabes que tu salón es lo que es, y que, ¡¡puede gustarte tal que así!! (aunque no salga en las revistas de decoración)... ¡querido/a este es tu post!